El coliseo de la Unidad Educativa Bolívar, en Ambato, se convirtió en el escenario propicio para que un grupo de 100 niños y niñas disfruten las fiestas de Navidad, junto a sus representantes.

Lorena Merizalde, directora de Medidas Cautelares y Penas Privativas de Libertad del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) manifestó que “quisimos que esta Navidad empiece de la mejor manera, por lo que hemos preparado algunas sorpresas para ustedes, pero principalmente, queremos que sientan que nosotros estamos para apoyarlos y darles seguimiento hasta que puedan reencontrarse con sus seres queridos”.

El payaso ‘Pinpollito’ fue quien abrió este programa navideño denominado ‘Medidas con Amor’. Con su astucia y gracia hizo participar a cada niño y niña en concursos, para luego otorgarles diferentes premios.

Posteriormente, con canciones navideñas y villancicos, las hijas e hijos de las personas privadas de libertad pudieron deleitarse con el concierto didáctico denominado ‘Conociendo los instrumentos musicales’, de la banda sinfónica del Gobierno Provincial de Tungurahua.

Finalmente, hubo una obra de teatro, cuyo objetivo fue transmitir mensajes sobre los valores y el verdadero sentido de la Navidad, presentada por la Iglesia de Dios Misión Mundial.

Los servidores públicos de la Dirección de Medidas Cautelares y Penas Privativas de Libertad entregaron refrigerios y un regalo a cada asistente, augurándoles unas felices fiestas y un venturoso Año Nuevo.

“Estamos contentos porque hemos pasado un día muy bonito. Jugamos, cantamos y nos reímos. Gracias al SNAI por hacer de esta Navidad, un momento de felicidad”, expresó Mateo P., hijo de una PPL.

A este evento, asistió Manuel Caizabanda, prefecto del Gobierno Provincial de Tungurahua, quien también donó fundas de caramelos para todos los niños presentes.

Así también, se contó con el apoyo de Gerardo Yáñez, pastor de la Iglesia Dios Misión Mundial y de María Ángeles Pacheco, señorita Gobierno Provincial de Tungurahua.

Al finalizar, cada niño agradeció al SNAI por haber sido invitado a este programa, con la ilusión de que pronto puedan tener de regreso a sus padres en casa.